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Arquitectos: TIM ARQUITECTOS
- Área: 149 m²
- Año: 2023
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Fotografías:Luis Barandiaran
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Proveedores: Michael Thonet, madera kiri
“Como proyectista de TIM Arquitectos intento siempre mantener los lineamientos proyectuales que caracterizan a nuestro estudio, como la ausencia de ornamentos y molduras, los accesos como protagonistas, los espacios vidriados, la pureza en las fachadas y la sabia división de los espacios internos según su uso como, por ejemplo, la separación entre la cocina y el espacio social -comenta el arquitecto Felipe Aracama, a cargo del proyecto de Casa Pekin-.
“En 2017, durante un viaje que realicé con la FADU a Chile -continúa explicando el arquitecto Felipe Aracama proyectista de esta vivienda- conocí Ocho al Cubo, una propuesta en la que, en un barrio cerrado, varios arquitectos pudieron hacer casas sin comitente, a la manera de un laboratorio de arquitectura. Casa Pekin está implantada en Lares, un barrio que estamos desarrollando con esa misma esencia, y la casa es parte fundamental de ese proceso. Tiene impronta racionalista, en ella prima el minimalismo desde su arquitectura hasta su mobiliario, y el diseño se ubica en la vanguardia del movimiento moderno clásico. La casa fue pensada para una familia joven con sus 150 m2, repartidos en tres ambientes, con dos dormitorios, la cocina separada del living-comedor y el leit motiv de la obra: el espacio social. Este espacio es el protagonista. Rodeado de vidrio, con su cielorraso de hormigón visto y los muebles que lo visten de una manera tenue y sobria.
La casa es arquitectura pura. Sus rasgos racionalistas derivan del movimiento moderno creado hace cien años que acentúa la pureza de la forma, la geometría de sus elementos y la utilización de materiales como hormigón, madera y vidrio. Si observamos la casa de frente, podemos analizar que tenemos dos planos: uno ciego y uno vidriado. Una cuestión importante es el tema de los aleros. La intención es que la casa aparezca flotando sobre el suelo y que la losa sobre planta baja esté volando. En todo momento la casa parece liviana, sensación a la que contribuyen detalles como la ausencia de apoyos para sostener la loca en la galería. Los aleros vuelan ligeros y libres, y proyectan una muy valorada sombra sobre el espacio social. La separación entre la cocina y el espacio social es una decisión proyectual personal, tomada en el deseo de no integrar dos funciones tan dispares, y dotar a cada uno de los espacios de todo el confort necesario para que cada uno ofrezca lo mejor de sí, sin interferirse mutuamente”.